Cuando alguien lee un paper, pocas veces piensa en todas las instancias que se tuvieron que completar para que esa publicación esté disponible. El desafío al que se enfrentan quienes deseen publicar en ciencia es grande y dispara interrogantes sobre muchos temas: ¿cómo es el proceso de revisión y qué evalúan las revistas? ¿Dónde se puede publicar y qué revista conviene para ese tema? ¿Cuánto tiempo lleva el proceso y cuánto cuesta?
En el mundo académico y de la investigación, las revistas científicas son las encargadas de recoger los avances que realiza la ciencia en todas sus disciplinas para luego compartirlas con la sociedad. Según los investigadores e investigadoras, su carrera profesional se evalúa en base a las publicaciones que hacen, ya que su trabajo es producir información y también comunicarla.
“Las revistas científicas de prestigio son revisadas por pares de la comunidad científica, en un intento de asegurar un máximo de estándares de calidad, así como validez científica; con ello, la revista científica alcanza un alto nivel de fiabilidad. Los artículos publicados en cada edición representan lo más actual en la investigación en el campo que cubre la revista”, destaca el texto “Origen, clasificación y desafíos de las Revistas Científicas”, publicado por Mendoza y Paravic.
Siguiendo esta línea, lograr publicar los resultados del trabajo realizado resulta fundamental para lograr validación y difusión. Atendiendo a esta realidad, durante el último Congreso de la Sociedad Argentina de Neurociencias (SAN), se planteó un espacio en el que editores de prestigiosas revistas pusieron en común sus propósitos y objetivos y brindaron información sumamente útil para encarar el proceso de publicación de un manuscrito.
“La actividad fue concebida con la idea de reunir actores del mundo editorial para debatir en torno a las ventajas y desventajas de los diferentes modelos que existen. Desde la organización, visualizamos tres claramente diferentes: el de sociedades científicas, el de publicaciones privadas con fines de lucro y el de las publicaciones privadas o mixtas sin fines de lucro”, explica Javier Zorrilla de San Martín, chair del e-social junto con Diego Rayes y Fernanda Ceriani.
“Reunimos un panel de altísimo nivel internacional -señala Zorrilla de San Martín-. Contamos con la participación de Eve Marder, multipremiada neurocientífica, que fue Editora Senior en eLife y presidenta de la Society for Neuroscience; Shari Wiseman, Editora Senior en Nature Neuroscience, e Ian Forsythe, ex Jefe de Editores en Journal of Physiology, publicación de la Physiological Society”.
El debate que se generó fue tan enriquecedor como diverso. “De forma virtual, se generó una especie de mesa redonda donde los asistentes podían hacer consultas y plantear temas de discusión. Se trataron temas que fueron desde el proceso de revisión y la posibilidad de utilizar revisión ciega, que es cuando el revisor no conoce a los autores del paper, hasta qué valora cada editorial a la hora de aceptar trabajos y cuál es el costo de las publicaciones”, señala Diego Rayes.
Sobre este último eje, se dispararon varias preguntas y se profundizó sobre los modelos privados de publicaciones. “Se puso en debate la noción de Open Access, ya que los cargos económicos a los que se enfrenta alguien que quiere publicar terminan siendo un impedimento muy problemático. En algunos casos, sobre todo en países como el nuestro, se puede requerir gran parte del capital disponible solo para poder efectuar la publicación y esto complejiza mucho el proceso y la accesibilidad”, resalta.
Sobre este aspecto, los editores compartieron los costos de publicación en sus revistas: eLife o Plos Biology cobran cerca de 3.500 dólares y 5.300 respectivamente, en tanto que Nature Neuroscience tiene tarifas de casi 10.000 dólares, hecho que cuestiona fuertemente la idea de Open Access.
Otro eje que se abordó fue el del rol de las editoriales sobre las investigaciones en sí mismas. “Durante la jornada, se generaron varias preguntas en torno a cómo las mismas editoriales y revistas hacen que algunos investigadores tiendan a adaptar su investigación en busca de caber en lo que los editores quieren. Se termina adaptando las investigaciones solo para poder publicar en tal o cual revista por el impacto que estas tienen en el desarrollo profesional”, agrega Rayes, al destacar lo importante que son estos espacios de debate y reflexión.