Ser o no ser, elegir o no elegir, seleccionar a este o a aquel otro… ¿esa es la cuestión? Pareciera que el proceso de optar por una posibilidad, cuando se tienen varias cartas sobre la mesa, es una tarea enormemente compleja, a nivel cognitivo, aunque a veces se tome a la ligera o se decida (demasiado) rápidamente. Y si hablamos de un voto político en elecciones presidenciales (y, más aún, de un país como Argentina, que en este 2023 cumple 40 años ininterrumpidos de democracia), la cuestión se pone más delicada y rica en análisis.
Con este escenario en mente, un grupo de investigación dirigido por el doctor Nicolás Fernández Larrosa, investigador del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE UBA-CONICET), junto a científicos y científicas de otras instituciones, llevó a cabo un trabajo sobre los procesos de decisiones políticas. El paper, publicado a fines del 2022 en la revista Scientific Reports y con una fuerte articulación interdisciplinaria, aporta evidencia de cómo se puede influir la elección de sujetos políticos a través de mecanismos cognitivos no conscientes. Aunque, eso sí, también analiza cómo se puede prevenir ese fenómeno.
“En el trabajo se investiga sobre las modulaciones implícitas -no conscientes- y explícitas -conscientes- de la toma de decisiones complejas -TDC-. Entendemos a las TDC como las decisiones cuyos resultados impactan en la calidad de vida de los tomadores de decisiones, quienes son conscientes de esto, y, por ende, es más importante la evaluación de las opciones -es decir, la reflexión- que la rapidez de la decisión. Nuestra conceptualización incorpora a las decisiones económicas, morales y políticas”, apunta Fernández Larrosa, quien es investigador adjunto del CONICET.
El trabajo desarrollado constó de dos partes metodológicas. En la primera se utilizó un paradigma experimental de toma de decisión inducida por priming. Pero, ¿qué es el priming? Así lo explica Fernández Larrosa: “Podríamos definirlo como un tipo de memoria implícita, no mediada por la conciencia, que entra en el ‘sistema’, que se graba y genera un efecto inductor, pero vos ni sabés que entró. Es totalmente implícito, y la influencia viene mucho después”.
Hay, cuenta el científico, muchos tipos de priming. Uno de ellos es el de repetición, donde se ve continuamente a un candidato en los medios, en afiches, en redes sociales y muchos otros contextos, con lo que se va sumando y acumulando sus apariciones a nivel de la memoria. “La hipótesis que manejamos es que, a la hora de decidir, tal vez te suene mucho más el candidato A, te resulte mucho más ‘familiar’, que el B. Y no fuiste consciente de que te genera esa sensación, simplemente es un proceso cotidiano que se dio”, apunta Fernández Larrosa.
Otro tipo de priming es el emocional, donde el candidato o candidata aparece en alguna caminata o recorrida por barrios y pueblos, intentando generar un efecto emocional para poder ganarse grados de confianza de los vecinos y vecinas. “En estos casos, el candidato busca que la gente lo identifique como parte de esa población. Como ese fenómeno no se puede estudiar directamente de manera ecológica porque metodológicamente sería caótico – explica Fernández Larrosa-, en nuestro proyecto buscamos analizarlo de una forma más controlada, mediante los experimentos”.
“En dicho paradigma, se presentan distintas veces cuatro rostros y luego se pide que se elija uno de ellos, ya sea para una tarea importante o sin especificar para qué- relata Fernández Larrosa-. Cuando se estudió el priming por repetición, uno de los rostros se repetía doce veces, otro en seis ocasiones y los dos restantes solo una vez, con orden al azar por sujeto. Con el priming emocional, un rostro se asoció siempre a frases con contenido emocional positivo, otro negativo, otro neutro y, el último, un mix de estas condiciones. Además, se evaluaron diferentes condiciones de los priming (consciente o subliminal) y el efecto a las 24 horas posteriores de adquirir el priming”.
Mediante esta metodología y trabajo, el grupo de investigación halló que el priming por repetición era muy efectivo para inducir la elección en quienes elegían sin especificar para qué tarea; mientras que para, quienes elegían para una tarea importante, no se observaron efectos, lo que se volvió a ver bajo condiciones subliminales.
“Además, el priming emocional positivo fue mucho más fuerte, induciendo la elección en ambos grupos experimentales. A las 24 horas, se observaron diferencias entre grupos, sugiriendo que la codificación del priming es dependiente de mecanismos top-down. Y, cuando los priming fueron eficientes en inducir la elección, los tiempos de respuesta fueron más cortos, sugiriendo procesos más automáticos. Cuando no fueron eficaces, los tiempos fueron mayores, sugiriendo procesos deliberativos/evaluativos”, repasa Fernández Larrosa.
Una mirada integral y conclusiones a la vista
Por otra parte, se evaluaron, mediante encuestas, la familiaridad, la confianza y probabilidad de voto durante las elecciones presidenciales argentinas del 2019, a la vez que se documentó las características socioeconómicas, ideológicas y políticas de los sujetos, y qué medios de prensa consumían para informarse sobre los candidatos. Al mismo tiempo, se generó una base de noticias durante la campaña y se evaluó la frecuencia de mención a los distintos candidatos, y si los titulares generaban una percepción positiva o negativa de los candidatos. “Si bien el estudio social no permite deducir causalidad, apoyó notablemente nuestros resultados experimentales de una manera ecológica”, resalta el investigador del IFIBYNE.
En relación con estudio social, se observó que, para las PASO de 2019, la familiaridad y en menor medida la confianza fueron las variables que más explicaban significativamente la probabilidad de voto, mientras que en la elección general fue la confianza. También se observó que la familiaridad era significativamente asociable a la frecuencia de mención de los candidatos en los medios.
“La confianza era significativamente asociable a la percepción positiva de los titulares. Los gastos declarados de publicidad de campaña -180 millones para Mauricio Macri, 85 millones para Alberto Fernández, y 3 millones para cada una de las restantes fuerzas, aproximadamente, era una variable que también explicaba la familiaridad y el resultado electoral”, indica el investigador.
El trabajo, aseguran los investigadores, permite evidenciar que las decisiones complejas, como las políticas, son susceptibles de manipulación mediante el tipo de exposición social, pero que estos mecanismos tienen un límite, y pueden ser interferidos bajo determinadas condiciones donde se activan mecanismos top-down.
“Ser conscientes de estos mecanismos puede contribuir justamente a inhibir los procesos implícitos y automáticos, y, por ende, fomentar que se den procesos deliberativos. También permite iniciar una discusión real sobre la democracia. Si las fuerzas políticas principales ejercen manipulación, por acceso a mayor financiación, permitiendo mayor exposición, entonces no es cierto que las personas tengan realmente grados de libertad para elegir”, remarca Fernández Larrosa.
¿Parar la pelota o definir en velocidad?
Fernández Larrosa cuenta también que hay dos procesos, dentro de los aspectos cognitivos: algunos más automáticos y otros más reflexivos. “Una de las cosas que estamos evaluando es si hay condiciones contextuales en las cuales se pueda favorecer que la toma de decisiones complejas sea más automática o reflexiva. Por ejemplo, el estrés constante podría hacer que los procesos sean más automáticos. Lo mismo con la saturación cognitiva, es decir, el exceso de información que entra en el sistema, y que llega un punto en el que uno no sabe qué es cierto y qué no, porque no hay un criterio para discernir”, describe.
Otro aspecto es el de los sesgos de confirmación, cuando, por ejemplo, alguien toma una decisión (“elijo al candidato A”) y, luego, le llega información de que ese candidato no es el mejor, por una serie de razones. “El sesgo de confirmación dirá que, como esa información va en contra de mi decisión original de elegir al candidato A, entonces la descarto, y solo me quedo con la información que apoya mi decisión original”, plantea el científico.
“Es clave conocer y reconocer la existencia de estos mecanismos. Al ser conscientes, uno puede estar prevenido, no va a caer en ellos. En otras palabras, hablamos de ‘frenar la pelota’ y, con más tranquilidad, estar atento a esto para tomarse el tiempo de realizar estas decisiones”, concluye Fernández Larrosa, no sin antes adelantar que, en la siguiente etapa del estudio, continuarán indagando y profundizando sobre algo tan sencillo, y a la vez, tan complejo, como elegir entre dos o más opciones.
Top‑down modulation impairs priming susceptibility in complex decision‑making with social implications
Scientific Report. (2022) 12:17867
Franco Agustín Bernal, Tomás Alves Salgueiro, Axel Brzostowski, Emilio Recart Zapata, Ayelén Carames, Juan Manuel Pérez, Damián Furman, Martín Graziano & Pablo Nicolás Fernández Larrosa.
https://doi.org/10.1038/s41598-022-22707-x